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Internacional

Lula y Bolsonaro se enfrentarán en segunda vuelta en Brasil tras una votación más ajustada de lo previsto

Brasil, la mayor democracia de América Latina, elegirá a su próximo presidente en segunda vuelta después de que ningún candidato alcanzara este domingo el 50% de votos necesarios para proclamarse vencedor.

En una votación mucho más ajustada de lo que pronosticaban las encuestas y con más de 99% de los sufragios contabilizados, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva logró el 48,33% de los votos, frente al 43,28% del actual presidente brasileño de ultraderecha, Jair Bolsonaro.

En tercera posición se ubicó Simone Tebet, con el 4,17% de los sufragios, seguida de Ciro Gomes, con el 3,05%.

En esta jornada electoral, que ha trascurrido sin graves incidentes y con largas filas en los centros de votación, 156 millones de brasileños estaban llamados a las urnas.

Además del presidente, también se elegía a los representantes la Cámara de Diputados, a un tercio del Senado, a los gobernadores de los 26 Estados y del Distrito Federal, y todos los Parlamentos estatales.

Observadores electorales internacionales le dijeron a la BBC que la votación fue “justa y transparente”, pese a las repetidas afirmaciones de Bolsonaro de que podría haber fraude.

También señalaron que el buen desempeño de Bolsonaro, que superó los pronósticos de las encuestas, desafía su afirmación infundada de que hay “una máquina de fraude” dentro del tribunal electoral.

Las últimas encuestas colocaban a Lula como líder en las intenciones de voto, con una ventaja de entre 6 y 14 puntos sobre Bolsonaro. Algunas dejaban incluso abierta la posibilidad de que ganara la presidencia en esta primera vuelta, algo que finalmente no sucedió.

La segunda vuelta entre Lula y Bolsonaro se celebrará en cuatro semanas, el domingo 30 de octubre.

Quien obtenga más votos en la segunda vuelta será declarado presidente electo. El nuevo presidente prestará juramento el 1 de enero de 2023.

Bolsonaro llega a la segunda vuelta con una tarea inédita en la historia electoral brasileña: remontar al vencedor de la primera vuelta para imponerse en los comicios.

Entre los desafíos que enfrenta el actual presidente brasileño están la ventaja numérica de Lula en la primera vuelta, el alto rechazo del electorado, el bajo potencial para atraer votantes de otros candidatos, un presupuesto de campaña restringido y una lenta recuperación de la economía.

Una prórroga

Tras conocerse los resultados de la primera vuelta, Lula compareció en público para hacer balance de la votación.

“Ayer, en la conferencia de prensa, les dije que en todas las elecciones a las que me presento quiero ganar en la primera vuelta, pero no siempre es posible”, dijo el cantidato del PT, quien puede regresar a la presidencia de Brasil tras haber pasado 580 días en prisión, hasta noviembre de 2019, antes de que sus condenas por corrupción fueran anuladas por la Justicia.

Lula también afirmó que pasar a la segunda vuelta “es sólo una prórroga” y aseguró que ganará las elecciones.

“Durante toda esta campaña íbamos adelante en las encuestas de opinión pública, de todos los institutos, y yo siempre pensé que íbamos a ganar estas elecciones y les quiero decir que vamos a ganar estas elecciones. Es tan solo una prórroga”, aseguró el candidato.

Más tarde, frente a miles de sus seguidores en la Avenida Paulista de Sao Paulo, Lula dijo: “Vamos a ganar las elecciones nuevamente. Es solo cuestión de tiempo, esperar un poco más de días, para que hablemos más, mejoremos nuestro programa, convenzamos a otras personas”, dijo.

“Brasil nos necesita (al Partido de los Trabajadores)”, aseguró.

Por su parte, Bolsonaro afirmó en la noche del domingo que ve en el resultado de la primera vuelta una “voluntad de cambio por parte de la población”, según informó la cadena Globo.

El presidente brasileño atribuyó sus resultados electorales al impacto de la inflación en la popularidad de su gobierno.

“Tenemos una segunda vuelta por delante donde todo vuelve a ser igual, el tiempo [de propaganda] para cada lado pasa a ser el mismo. Y ahora vamos a mostrar mejor a la población brasileña, especialmente a la clase más afectada, que (la actual situación) es una consecuencia de la política de ‘quédate en casa, luego veremos la economía’, de una guerra en el exterior y de una crisis ideológica”, dijo Bolsonaro.

En su discurso, Bolsonaro criticó repetidamente a los institutos encuestadores que, según él, difunden “mentiras” en las encuestas de intención de voto.

Al votar este domingo en Vila Militar, en Río de Janeiro, Bolsonaro volvió a poner en duda la seguridad de las urnas electrónicas.

La autoridad electoral ha desestimado las acusaciones como “falsas y deshonestas”.

“El bien contra el mal”

Durante la campaña, Bolsonaro planteó los comicios como “una lucha del bien contra el mal”, se presentó como garante de los valores conservadores y cristianos, y se refirió a Lula como un “ladrón” que puede llevar a Brasil hacia un socialismo como el de Venezuela.

Lula por su parte, ha buscado ampliar su base electoral con acuerdos como el que alcanzó con su candidato a vicepresidente, Geraldo Alckmin, un exrival suyo de centroderecha al que derrotó en las elecciones de 2006.

El líder izquierdista tampoco rehuyó de la confrontación directa con Bolsonaro, a quien calificó de “genocida” por su respuesta a la pandemia de covid-19, y sostuvo que en las elecciones se juega “la democracia contra el fascismo”.

Las mayores preocupaciones de los brasileños pasan por temas económicos como el desempleo o la inflación, así como por la salud, según distintos sondeos.

Esta elección será la primera en Brasil luego de la pandemia que golpeó con dureza al país y dejó más de 685.000 muertes mientras Bolsonaro comparaba el covid con una “gripecita” y se mostraba escéptico sobre las vacunas para combatirlo.

La economía brasileña entró en recesión en 2021 y, si bien volvió a crecer desde hace casi un año y la tasa de desempleo cayó a 9,1% en julio, la mejora está lejos de ser percibida por la población en general.

El 15% de brasileños (unos 33 millones de personas) pasa hambre y más de la mitad de la población (125 millones de personas) padece en algún grado de inseguridad alimentaria, de acuerdo a un estudio de la red Penssan.

Con información de BBC

Internacional

Ven más estadounidense a China como enemigo

La preocupación por la creciente influencia de China entre los estadounidenses está en aumento, según una encuesta reciente del Pew Research Center.

El estudio, publicado esta semana, revela un cambio significativo en la percepción de China por parte de los ciudadanos estadounidenses. Cuatro de cada diez ahora consideran a China como un enemigo, en contraste con un año atrás, cuando la mayoría la veía como un competidor o socio. Este cambio representa un aumento de 13 puntos desde el año anterior, según el centro de investigación no partidista con sede en Washington.

La encuesta destaca que el 83 por ciento de los adultos estadounidenses mantienen opiniones negativas sobre China, con un aumento del 4 por ciento en aquellos que tienen opiniones muy desfavorables desde el año pasado.

Los eventos recientes, como la reunión entre el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú, han elevado aún más las preocupaciones. El 62 por ciento de los encuestados ve la asociación entre China y Rusia como un problema grave para Estados Unidos, un aumento significativo desde el año pasado y niveles similares a los observados después de la invasión de Ucrania en 2022.

Además, las tensiones entre China continental y Taiwán también son motivo de preocupación, con un aumento del 19 por ciento en aquellos que ven este conflicto como muy grave en comparación con hace dos años.

Las políticas de derechos humanos de China también son una preocupación importante para aproximadamente la mitad de los estadounidenses.

A pesar de los esfuerzos de la administración para gestionar la competencia con China de manera responsable, como las recientes visitas del secretario de Estado, Antony Blinken, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a China, el presidente Joe Biden ha mantenido una postura firme en la competencia con China, compitiendo en este aspecto con el expresidente Donald Trump.

Según la encuesta realizada a 3,600 adultos estadounidenses entre el 1 y el 7 de abril, aproximadamente la mitad cree que limitar el poder y la influencia de China debería ser una de las principales prioridades de la política exterior de Estados Unidos, reflejando la persistente preocupación sobre este tema en la sociedad estadounidense.

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Internacional

Policía desmantela campamento de protesta propalestino en la Universidad de California

La policía retiró barricadas este jueves y empezó a desmantelar un campamento de manifestantes propalestinos en el campus de UCLA después de que cientos de inconformes desafiaran las órdenes policiales de que se marcharan, 24 horas después de que contra manifestantes atacaran el campamento en el campus.

La intervención de madrugada ocurrió después de que los agentes amenazaran a través de altoparlantes durante horas con hacer detenciones si la gente no se dispersaba.

Cientos de personas se habían congregado en el campus, tanto dentro del campamento atrincherado como alrededor como muestra de apoyo.

Se oían helicópteros policiales sobrevolando la zona y el estallido de las granadas aturdidoras, que producen un destello luminoso y un ruido fuerte para desorientar y aturdir a la gente, mientras la policía avanzaba y la gente coreaba “dónde estaban ustedes anoche”.

¿Cuáles son las exigencias de los campamentos de protesta en universidades de EU?

La policía desmontó de forma metódica la barricada de contrachapado, palés, cercas de metal y contenedores de basura, y abrieron un hueco hacia las docenas de carpas de manifestantes. La policía también empezó a retirar pérgolas y carpas.

Los manifestantes sostenían paraguas a modo de escudo ante docenas de policías. Algunos advirtieron a sus compañeros de protesta que tuvieran agua preparada por si la policía empleaba gas lacrimógeno u otras sustancias irritantes.

La noche anterior, la policía y los responsables de la Universidad de California en Los Ángeles esperaron horas antes de detener el ataque de los manifestantes contrarios. Esa demora fue condenada por alumnos musulmanes y el gobernador de California, Gavin Newsom.

Los manifestantes habían reconstruido el miércoles por la tarde las barreras en torno a sus carpas ante la mirada de policías estatales y del campus.

Los campamentos de protesta que exigen a las universidades que dejen de hacer negocios con Israel o con compañías que apoyan la guerra en Gaza se han extendido por los campus de todo el país, en un movimiento estudiantil que no se había visto este siglo.

La respuesta policial ha sido similar a la de hace varias décadas en contra de movimientos mucho más grandes que protestaban contra la guerra de Vietnam.

En Medio Oriente, la televisora estatal iraní emitió imágenes en vivo de la intervención policial, al igual que la cadena panárabe qatarí Al Jazeera. Las imágenes en vivo de Los Ángeles también se emitieron en televisoras israelíes.

El tenso pulso en UCLA se produjo la noche siguiente de que manifestantes contrarios instigaran episodios de violencia en el mismo lugar.

La presencia policial y las advertencias continuadas eran un contraste respecto a las escenas de la noche anterior, cuando manifestantes contrarios atacaron el campamento propalestino, arrojaron conos de tráfico, rociaron gas lacrimógeno y arrancaron barreras.

Los choques continuaron durante varias horas antes de que la policía interviniera, aunque no se hicieron detenciones.

Al menos 15 manifestantes sufrieron lesiones, y la tibia respuesta de las autoridades fue criticada por líderes políticos, estudiantes musulmanes y grupos activistas.

En otros lugares, la policía hizo detenciones en Nueva Hampshire y retiró carpas en el Dartmouth College, mientras que en Oregon llegaron agentes al campus de la Universidad Estatal de Portland mientras los responsables del centro intentaban poner fin a la ocupación de la biblioteca iniciada el lunes.

Con información de El Financiero

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Internacional

Abortar después de la semana 6 en Florida es ilegal a partir de ahora

A partir de este 1 de mayo de 2024 abortar después de la semana 6 de embarazo es ilegal en el estado de Florida, Estados Unidos. 

Todo esto sucede luego de la decisión del Tribunal Supremo de Florida que le da cuello a la ley anterior, misma que permitía el aborto hasta las 15 semanas de gestación.

Y sí es bastante preocupante porque de hecho Florida tenía las leyes relacionadas con el aborto menos estrictas de toda esa zona del país. Solo para que nos demos una idea: datos del Instituto Guttmacher, en defensa del aborto, apuntan a que durante el 2023, 1 de cada 3 abortos en el sur de Estados Unidos ocurrieron en Florida. 

Florida reduce el tiempo de aborto a 6 semanas 

A mediados de abril del año pasado, en 2023, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un proyecto de ley para prohibir los abortos en el estado después de las 6 semanas. 

Esta prohibición no podía entrar en vigor hasta que la Corte Suprema del estado, conservadora, anulara la ley anterior sobre el aborto que lo permitía hasta la semana 15.

Este proyecto fue aprobado primero por el Senado y la Cámara de Representantes estatales antes de que el gobernador la firmara.

En junio del 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el histórico caso Roe contra Wade, determinando que ya no existe el derecho constitucional federal al aborto. A partir de ello, los estados tuvieron la puerta abierta para regular lo propio.

Con el proyecto de ley firmado por el gobernador, la Corte Suprema de Florida tumbó la legislación anterior y le dio visto bueno a la prohibición del aborto hasta las 6 semanas en abril del 2023. 

Es importante mencionar que en un fallo separado, el tribunal aprobó que una propuesta de enmienda constitucional estatal que proteja el derecho al aborto entre en la boleta electoral en noviembre. Se necesita que al menos el 60% de los votantes la respalde para ser aprobada.

Este 1 de mayo, por lo pronto, entró en vigor la prohibición hasta las 6 semanas. Solo las víctimas de violación, incesto y trata de personas pueden acceder al aborto hasta la semana 15 de embarazo pero siempre y cuando la mujer presente una orden de restricción, un informe policial, historial médico u alguna otra evidencia.

Además, se prohíbe a los médicos que ‘receten’ un aborto a través de la telesalud y los medicamentos para el aborto tienen que ser entregados por un médico, no por correo.

Durante el 2023 al menos 1 de cada 3 abortos que se registraron en el sur de Estados Unidos ocurrieron en Florida, lo que implica más o menos 1 de cada 12 abortos en todo el país.

Por mes en Florida se registraron aproximadamente 7 mil abortos y se estima que mas de 9 mil personas viajaron a ese estado para abortar. 

Con información de Sopitas

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