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México declara emergencia nacional por plaga del gusano barrenador del ganado
El Gobierno federal activó el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal tras confirmar que la infestación, que meses atrás se consideraba “contenida”, se ha extendido a escala nacional, poniendo en riesgo la producción pecuaria del país.
En un giro significativo en la gestión de una de las crisis sanitarias más delicadas para el sector agropecuario, el Gobierno de México declaró oficialmente la emergencia nacional de sanidad animal por la propagación del gusano barrenador del ganado. La medida, publicada este miércoles en el Diario Oficial de la Federación (DOF), contrasta con la declaración realizada hace algunos meses por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien había afirmado que la plaga se encontraba “contenida”.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) emitió la declaratoria para implementar de manera inmediata el “Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal”, con el objetivo de “prevenir, controlar y erradicar” la infestación, que ahora representa un riesgo inminente de expansión a las principales zonas ganaderas del territorio nacional.
Un problema que escaló a nivel nacional
La decisión se tomó tras confirmarse que los brotes del parásito —cuya larva se alimenta de la carne viva de animales de abasto— ya no están confinados a regiones específicas, sino que han alcanzado una distribución nacional. Esta situación obliga a las autoridades sanitarias a aplicar medidas extraordinarias en todo el país.
Entre las acciones urgentes ordenadas se encuentran:
- Restricciones estrictas a la movilización de animales susceptibles (bovinos, bisontes, ovinos, caprinos, porcinos, equinos y aves).
- Inspecciones físicas minuciosas en puntos de control y unidades de producción.
- Notificación inmediata de toda “gusanera” detectada en heridas de animales.
- Tratamientos preventivos y baños insecticidas obligatorios.
- Prohibición absoluta de trasladar animales que presenten heridas o infestación activa.
Contraste con declaraciones previas y repercusiones comerciales
La declaratoria de emergencia contrasta notablemente con el mensaje emitido por la presidenta Sheinbaum hace unos meses, cuando anunció la “contención” de la plaga y, con base en ello, la reapertura gradual del cruce fronterizo de ganado hacia Estados Unidos.
Expertos en sanidad animal habían advertido sobre la posibilidad de una reemergencia del parásito si no se mantenían los controles de vigilancia epidemiológica. La rápida dispersión confirma estos señalamientos y expone la vulnerabilidad de la cadena productiva.
La medida anticipa, además, un probable nuevo cierre de la exportación de ganado mexicano a Estados Unidos —uno de los mercados más importantes para el sector—, aunque las autoridades estadounidenses no se han pronunciado formalmente al respecto. Un embargo sanitario por parte de EE.UU. podría representar pérdidas económicas millonarias para los productores nacionales.
La declaratoria de emergencia faculta a la Sader y al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) a movilizar recursos técnicos y financieros de manera expedita, así como a coordinar acciones con gobiernos estatales, municipales y organizaciones de productores.








