Nacional
Migrantes siguen llegando a la frontera pese al reforzamiento de la vigilancia

A pesar del reforzamiento de la vigilancia en la frontera entre México y Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, cientos de migrantes continúan llegando al límite entre Sonora y Arizona con la esperanza de cruzar hacia territorio estadounidense. Según informaron a EFE responsables de albergues y centros de atención humanitaria, muchos de estos migrantes no están al tanto de los cambios en las políticas migratorias porque “no tienen tiempo de ver las noticias”.
El sacerdote católico Prisciliano Peraza García, fundador del Centro Comunitario de Atención al Migrante y Necesitado (CCAMYN) en Altar, Sonora, explicó que el flujo migratorio persiste porque los migrantes, en su mayoría, huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen. “Ni cuenta se da la gente (migrantes) que ya llegaron, ellos siguen su proceso, siguen en su caminar, con su ideal de llegar allá (Estados Unidos). Ellos no tienen tiempo para ver noticias, entonces van a lo que van (cruzar la frontera)”, aseguró Peraza.
Refuerzo de la vigilancia fronteriza
La semana pasada, el Ejército mexicano y la Guardia Nacional iniciaron un operativo conjunto en la frontera norte, en cumplimiento de un acuerdo entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo estadounidense, Donald Trump. Este operativo, que incluye el despliegue de 10,000 elementos de las Fuerzas Armadas, tiene como objetivo frenar la migración irregular y el tráfico de fentanilo. Sheinbaum calificó el acuerdo como “bueno” y destacó la colaboración bilateral para abordar estos desafíos.
Trump, por su parte, afirmó en una publicación que los soldados mexicanos estarán “específicamente designados para detener el flujo de fentanilo y migrantes”. Sin embargo, a pesar de estas medidas, el flujo de personas que intentan cruzar la frontera no ha cesado.
Los traficantes de personas se profesionalizan
El padre Peraza señaló que, en los últimos meses, los servicios de los traficantes de personas se han vuelto más profesionales, discretos y costosos. “Su infraestructura ha crecido mucho, y se han profesionalizado los servicios (traficantes de personas), de tal manera que hoy es mayor la oferta que se da a quienes vienen por aquí (Altar). Por supuesto que son otras las formas, pero la migración se sigue dando”, agregó.
Esta profesionalización ha hecho que el cruce ilegal sea más difícil de detectar, lo que complica los esfuerzos de las autoridades para controlar el flujo migratorio. A pesar de los riesgos, muchos migrantes están dispuestos a pagar sumas elevadas para lograr su objetivo de llegar a Estados Unidos.
La salud de los migrantes en riesgo
En ciudades como Hermosillo, Sonora, un punto clave para los migrantes que se dirigen hacia la frontera, el flujo de personas es evidente en lugares como el ‘Comedor y Dispensario San Luis Gonzaga’, ubicado junto a las vías férreas. Allí, cientos de migrantes del sur de México y Centroamérica reciben alimentación, atención médica y un breve descanso antes de continuar su peligroso viaje hacia el norte.
El doctor Alberto Encinas Félix, quien atiende a los migrantes en el dispensario, explicó que el estado de salud de estas personas es preocupante. “Son personas que viven en estado marginal, en situación de calle. La mayoría de los problemas y patologías dependen de la época del año. Por ejemplo, ahorita en invierno, vienen con mucha gente en los trenes y se contagian de infecciones virales, las gripas están a tope. Otro padecimiento son las lesiones cutáneas por la falta de aseo y mala alimentación”, detalló.
El trayecto hacia la frontera es extremadamente peligroso, especialmente al cruzar el desierto de Sonora y enfrentarse al muro fronterizo. Muchos migrantes sufren deshidratación, agotamiento y lesiones durante el viaje, y algunos no logran sobrevivir. A pesar de estos riesgos, la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos sigue impulsando a miles de personas a emprender este camino.
