Internacional
Nombramiento de Pete Hegseth como secretario de Defensa por Trump despierta dudas globales
La reciente designación de Pete Hegseth como secretario de Defensa por el presidente electo Donald Trump ha generado inquietudes dentro y fuera de Estados Unidos. Hegseth, cuya experiencia militar se limita a su servicio como capitán de infantería en Afganistán e Irak tras graduarse en 2003, carece del extenso recorrido en altos cargos militares o gubernamentales que caracterizó a sus predecesores, como los generales Lloyd Austin y Jim Mattis, o el exdirector de la CIA, Bob Gates. Esta diferencia de perfil ha provocado reacciones de preocupación entre funcionarios y diplomáticos, que consideran que el cargo exige un historial robusto en el ámbito militar.
“La Secretaría de Defensa no debería ser un puesto de nivel inicial”, afirmó Adam Smith, demócrata de alto rango en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, al criticar el nombramiento de una figura pública con una carrera más orientada a los medios de comunicación que a la defensa nacional.
Este nombramiento toma relevancia en un contexto de múltiples desafíos estratégicos para Estados Unidos. La creciente asertividad de China, la guerra en Ucrania, y las tensiones en el Medio Oriente exigen una dirección clara y experta en defensa. Aunque Hegseth ha señalado públicamente que China representa la principal amenaza para Estados Unidos, el alcance de sus conocimientos en seguridad nacional ha sido cuestionado. En recientes entrevistas, expresó que Pekín está “dedicado específicamente a derrotar a los Estados Unidos de América” y advirtió sobre la visión de China para dominar no solo la región asiática, sino también el ámbito global.
Sin embargo, la visión de Hegseth sobre Europa y su postura hacia la OTAN podrían marcar un distanciamiento de la política de seguridad tradicional de Estados Unidos. En comentarios recientes, expresó escepticismo sobre la intervención estadounidense en Europa y cuestionó el impacto de una victoria en Ucrania sobre el liderazgo de Vladímir Putin, indicando que no veía con buenos ojos una intervención directa de Estados Unidos en el conflicto.
Esta postura ha despertado preocupación en Europa. Un diplomático europeo de alto nivel advirtió a sus colegas sobre los riesgos de subestimar a Hegseth, y otros líderes europeos hicieron un llamado a reevaluar la seguridad del continente sin depender exclusivamente de Estados Unidos. En este contexto, Oana Lungescu, experta del grupo RUSI y ex portavoz de la OTAN, subrayó la importancia de considerar los vínculos entre el escenario del Indo-Pacífico y la seguridad euroatlántica, advirtiendo que la visión de Hegseth podría aislar ambas regiones.
Además de su perfil militar limitado, Hegseth ha sido un fuerte aliado de Trump en los medios. Como presentador de Fox News, ha respaldado políticas de Trump que incluyen reformas en el ejército para alejarse de lo que llama “causas progresistas”. También ha apoyado los intentos de Trump de negociar con figuras como el líder norcoreano Kim Jong Un para reducir la amenaza nuclear, un esfuerzo que fracasó en el primer mandato de Trump.
Emily Harding, exfuncionaria de la CIA, enfatizó la necesidad de un secretario de Defensa con experiencia y visión estratégica para liderar en un entorno de competencia global. “Se necesita un líder fuerte y enfocado, alguien con la experiencia para generar un cambio real”, afirmó Harding, reflejando la preocupación que este nombramiento ha suscitado tanto en el ámbito doméstico como en el internacional.