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Internacional

Hay riesgo de que países pobres caigan en bancarrota, advierte la ONU

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Según el encargado del programa relacionado con el Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Achim Steiner, más de 50 países pobres podrían tener problemas para pagar sus deudas debido a complicaciones con la inflación, el aumento de la tasa de interés y la crisis energética que afecta a todo el mundo, por lo que podrían caer en el riesgo de declararse en bancarrota y tener un impacto con consecuencias desastrosas para los pueblos.

Esto lo expresó el funcionario a los participantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).

“Actualmente hay 54 países en nuestra lista de los que probablemente incumplirán con sus pagos y si tenemos más shocks, se volverá casi inevitable que veamos un número de estas economías incapaces de pagar”, advirtió el funcionario de la ONU a los participantes.

El tema central de la COP27 es el cambio climático y Steiner destacó el impacto que esto tendría en los países que caigan en la bancarrota, ya que no contarán con recursos para enfrentar la crisis climática y seguirán abonando al calentamiento global, afectando al resto de los países.

“El tema de la deuda ahora se ha convertido en un problema tan grande para tantas economías en desarrollo que lidiar con la crisis de la deuda se convierte en una condición previa para acelerar la acción climática”, declaró el funcionario.

Como casi todos los problemas, este también podría resolverse con la cooperación de los países más ricos, pues en palabras de Steiner “se necesita inyectar liquidez específica a los países para poder invertir en las transiciones energéticas y adaptación a los impactos del clima extremo”, algo muy similar a lo ya dicho por el secretario general de la ONU, António Guterres al inicio de la Cumbre.

Al igual que Guterres, Steiner reprochó a los países con más recursos no haber cumplido con los compromisos establecidos en la pasada COP26, en donde países más ricos habían acordado entregar recursos a países en desarrollo para acelerar la transición a energías limpias, pero estos recursos no llegaron y los que se entregaron fueron a modo de préstamo y no como donativos como había sido el acuerdo inicial.

Ahora los países más pobres enfrentan inundaciones, olas de calor extremas, sequías y tormentas provocadas en gran medida por las acciones de los países industrializados.