Internacional
Donald Trump rechaza juicio político en su contra tras tacharlo de inconstitucional
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó, el martes 2 de febrero de 2021, por “inconstitucional” el juicio político al que será sometido en el Senado acusado de cometer una “traición de proporciones históricas”, argumentando que ya está fuera de su cargo.
En su respuesta formal al artículo de acusación presentado por la Cámara de Representantes, Trump también negó a través de sus abogados que estuviera “en un error de hecho” cuando el pasado 6 de enero aseguró a los seguidores que luego asaltaron el Capitolio que había ganado las elecciones por una victoria aplastante.
Poco antes, los demócratas presentaron en un escrito ante el Senado su caso para condenar a Trump por incitar a sus seguidores a llevar a cabo los disturbios en el Capitolio, que dejaron cinco muertos, incluido un policía.
En su escrito, los nueve fiscales demócratas del juicio político acusan a Trump de poner en peligro los cimientos de la democracia estadounidense llevando a un “frenesí” a sus partidarios “con el único propósito de mantener su posición en la Presidencia” a pesar de su derrota electoral.
TRUMP ACUSADO DE INTENTAR USURPAR EL CARGO
Agregan que Trump fue “singularmente responsable” del caos generado, por lo que le achacan delitos graves cometidos usando los poderes de su cargo, en su propio beneficio político y a expensas de los de la nación, algo que, según ellos, justifica constitucionalmente su condena.
“Quienes redactaron la Constitución temían a un presidente que corrompería su cargo y no escatimara ‘esfuerzos ni medios para ser reelegido’ y la redactaron para evitar que hubiera oportunistas que amenazaran con un desorden civil y la pronta toma del poder por un dictador. Si provocar una insurrección contra una sesión conjunta del Congreso tras perder una elección no es un delito imputable, es difícil imaginar qué lo sería, reza el escrito.
Por su parte, los abogados del exmandatario niegan en su escrito que éste haya participado en “una insurrección o rebelión” contra el país y defiende que la Constitución “requiere que una persona realmente esté en el cargo para ser acusado”, y Donald Trump “ya no es ‘presidente’”.
“Es imposible que el Senado cumpla la cláusula de ‘será destituido de su cargo en caso de acusación por …’, por lo que el procedimiento actual ante el Senado es nulo ab initio”, indica.
Y respecto a la sanción de “inhabilitación para ocupar y disfrutar de un cargo”, indica que para llegar a ello, el Senado debe primero decidir la destitución.
TRUMP NIEGA INTENTO DE SUBVERTIR LAS ELECCIONES
También niega que Trump hubiera “cometido alguna vez una violación de su juramento al cargo”, como argumenta la acusación, defiende que en su arenga a sus seguidores, únicamente “expresó su opinión de que los resultados electorales eran sospechosos”.
Desde un mes antes de que se celebrara la sesión del Congreso interrumpida por los seguidores de Trump, recordaron los abogados, el exgobernante reiteró “que los resultados de las elecciones presidenciales fueron producto de un fraude generalizado”, y la Constitución ampara su derecho a expresar esa opinión.
“Existen pruebas insuficientes para que un jurista razonable pueda llegar a la conclusión” de que las afirmaciones del expresidente “eran exactas o no, por lo que (Trump) niega que sean falsas”, agregan los abogados insistiendo en las acusaciones infundadas de que hubo un fraude electoral contra el exmandatario.
Trump también niega que su intención fuera interferir en el recuento de los votos electorales que confirmarían en el Congreso la victoria de su rival o haber puesto en peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de gobierno.
“El Senado carece de competencia para expulsar de un cargo a un hombre que no ocupa un cargo”, concluye el escrito de la defensa de Trump, en el que el exgobernante solicita al Senado que lo “absuelva” de las acusaciones planteadas en su contra.
El juicio político contra Trump debe empezar la próxima semana en el Senado y para una condena, que supondría su inhabilitación, hacen falta un mínimo de 67 votos (dos tercios de la cámara), un número que parece improbable dado que demócratas y republicanos se reparten 50 escaños.
Con información de EFE