Internacional
Hamás advierte a Israel que no liberará a rehenes tras muerte de su líder
Khalil al-Hayya, alto cargo político de Hamás, confirmó este viernes la muerte de Yahya Sinwar, líder del grupo palestino, en medio del conflicto que azota la Franja de Gaza. En una declaración televisada, Al-Hayya reafirmó que Hamás no liberará a los rehenes israelíes capturados en el ataque del 7 de octubre de 2023 hasta que se acuerde un alto el fuego y las tropas israelíes se retiren de Gaza.
“Esos prisioneros no serán liberados antes del fin de la agresión a Gaza y la retirada de las fuerzas israelíes”, aseguró el dirigente de Hamás.
Hezbollah, el grupo libanés aliado de Hamás, también emitió un comunicado este viernes, anunciando que ha entrado en una “nueva fase” en su lucha contra Israel. El anuncio se dio mientras la región asimilaba la noticia de la muerte de Sinwar en combate con las fuerzas israelíes en Gaza. Hezbollah reveló que, por primera vez, sus combatientes han utilizado misiles guiados de precisión y drones explosivos.
El comunicado hacía referencia a un dron cargado de explosivos que, según Hezbollah, logró evadir el sistema antiaéreo israelí y se estrelló en un campo de entrenamiento militar dentro de Israel, causando la muerte de cuatro soldados e hiriendo a decenas más. Además, la milicia libanesa aseguró que esta semana derribó dos drones israelíes Hermes 450.
Hezbollah también informó que sus combatientes están operando conforme a “planes preparados de antemano” para combatir a las tropas israelíes en el sur de Líbano, lo que indica un posible aumento de la tensión en esa región.
Irán, principal aliado de Hamás y Hezbollah, emitió un comunicado a través de su misión en Naciones Unidas, elogiando a Yahya Sinwar, a quien calificó como el principal arquitecto del ataque del 7 de octubre, que desató la actual escalada del conflicto en Oriente Medio.
La muerte de Sinwar ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos esperan que su deceso pueda abrir el camino hacia el fin de la guerra, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dejó claro que “nuestra guerra aún no ha terminado”.
El conflicto se desató el 7 de octubre cuando insurgentes de Hamás rompieron la valla fronteriza para entrar en el sur de Israel, donde mataron a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y capturaron a 250 más. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre sobre Gaza, que hasta ahora ha dejado más de 42,000 muertos, según autoridades locales, aunque no se ha distinguido entre civiles y combatientes. La guerra ha devastado gran parte de la Franja de Gaza y ha desplazado al 90% de sus 2.3 millones de habitantes.