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La perturbadora historia de la abogada en Puebla que se hacía pasar por psiquiatra
Marilyn Cote, una abogada de Puebla, ha causado revuelo tras ser expuesta por presuntamente hacerse pasar por psiquiatra y recetar fármacos controlados sin la debida autorización. La denuncia inicial fue hecha por la cuenta “Charlatanes Médicos” en la red social X, la cual se dedica a exponer casos de falsos médicos en México.
El 5 de noviembre, la cuenta difundió imágenes de recetas emitidas por Cote, en las que aparecían medicamentos como duloxetina y quetiapina, cuya prescripción es exclusiva para psiquiatras. Las recetas incluían el nombre de Marilyn Cote, la dirección de su clínica en Tlaxcalancingo, Puebla, y logos de instituciones como la Universidad de Oslo y Harvard. Además, mostraban varias cédulas profesionales, así como el nombre de un presunto colega, el psiquiatra Rodrigo Aquilino Orcajano Castelán.
Sin embargo, una investigación reveló que estas cédulas no corresponden a la especialidad de psiquiatría, sino a estudios en criminalística, psicología y derecho, y ninguna de las universidades mencionadas está relacionada con la formación de Cote. Por su parte, el psiquiatra Rodrigo Aquilino Orcajano Castelán, cuya identidad fue utilizada en la clínica de Cote, afirmó no conocerla ni haber autorizado el uso de su nombre.
En respuesta, Marilyn Cote ha argumentado que las denuncias en su contra son difamaciones motivadas por “narcisismo” de quienes la acusan, sin reconocer la falta de formación para recetar medicamentos. A pesar de las pruebas en su contra, Cote defiende su supuesta experiencia en redes sociales y en su sitio web, donde promete a los pacientes “superar la depresión y ansiedad en una semana” y promociona consultas a un costo de 1,400 pesos.
La clínica de Cote, según se descubrió, también muestra perfiles de supuestos colaboradores extranjeros como Tobias Hansen y William Cook, quienes en realidad son imágenes editadas de personas encontradas en anuncios en internet. Además, las redes de Cote presentan una vida de “éxitos” construida con fotos de internet, viajes internacionales y falsas credenciales académicas.
Este caso ha resaltado las fallas en el sistema para controlar la emisión de recetas de medicamentos controlados en México, así como la necesidad de verificar las cédulas profesionales. La falsa psiquiatra pudo haber seguido operando sin las denuncias de activistas en redes, poniendo en riesgo la salud de aquellos que buscaban ayuda profesional.