Interesante
¿Qué fue el Boom Latinoamericano al que perteneció Vargas Llosa?

Este 13 de abril de 2025 se confirmó el fallecimiento del escritor peruano Mario Vargas Llosa, figura central de la literatura hispanoamericana y Premio Nobel de Literatura. Con su partida, se cierra también uno de los capítulos más influyentes en la historia de las letras en español: el del Boom Latinoamericano. Vargas Llosa fue el último representante vivo de esta generación literaria que revolucionó la narrativa del siglo XX, junto a nombres como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes.
¿Qué fue el Boom Latinoamericano?
El Boom Latinoamericano fue un fenómeno literario y editorial que emergió con fuerza entre las décadas de 1960 y 1970. En este periodo, un grupo de jóvenes autores latinoamericanos captó la atención de la crítica y del mercado editorial internacional, gracias a novelas que combinaban una profunda exploración social y política con técnicas narrativas innovadoras, enmarcadas muchas veces dentro del llamado Realismo Mágico.
La aparición de obras como Rayuela (1963) de Julio Cortázar, La ciudad y los perros (1963) de Mario Vargas Llosa, Cien años de soledad (1967) de Gabriel García Márquez y La muerte de Artemio Cruz (1962) de Carlos Fuentes marcó el inicio de esta etapa. Estas novelas no solo rompieron con las formas tradicionales de narrar, sino que también ofrecieron una visión compleja, crítica y a veces fantástica de las realidades sociales y políticas de América Latina.
Además de la influencia del Realismo Mágico, los escritores del Boom se nutrieron de movimientos como el Modernismo, las Vanguardias europeas del siglo XX y, en particular, del Surrealismo. Esta mezcla de corrientes permitió una literatura en la que lo real y lo fantástico convivían de manera natural, desdibujando los límites entre ambos mundos.
Para el crítico y escritor mexicano Carlos Monsiváis, el Boom supuso una revolución narrativa. En su obra La cultura mexicana en el siglo XX, escribió: “De modo inesperado, circulan atmósferas narrativas, incentivos existenciales, correspondencias intensas y complementarias entre literatura y vida cotidiana. En medio de transiciones de toda índole, estos libros, entre otras cosas, son métodos para desligarse de las tradiciones opresivas”.
Un fenómeno de comunicación y ruptura
Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2016, Vargas Llosa reflexionó sobre el Boom y su impacto: “El ‘boom’ rescató a un grupo de escritores que hasta entonces estaban asfixiados por la falta de comunicación entre ellos”, dijo. Y añadió: “Lo que nos unía era una determinada manera de contar las historias, un modelo de escritura que permitía que la obra fuera creativa y que durara en el tiempo”.
En esa misma intervención, el novelista se refirió a su papel dentro de esta generación con una frase que hoy cobra un significado definitivo: “Soy el último superviviente. Me toca apagar la luz y cerrar la puerta”.
