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¿Qué sigue para la reforma al Poder Judicial?
La reforma al Poder Judicial, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, dio un paso significativo este miércoles 4 de septiembre al ser aprobada en la Cámara de Diputados. Con 357 votos a favor, 130 en contra y ninguna abstención, la reforma fue avalada en lo general y en lo particular, y ahora se dirige al Senado para su discusión y eventual aprobación.
Esta iniciativa, que ha sido objeto de amplio debate, busca una transformación profunda en la estructura del Poder Judicial. Entre los puntos más destacados se encuentran la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como la reducción del número de ministros de 11 a 9, y la disminución de su periodo de servicio de 15 a 12 años.
El senador de Morena, Ignacio Mier Velasco, adelantó en entrevista que la Cámara Alta podría comenzar el análisis de la reforma la próxima semana. “Una vez que la Cámara de Diputados envía la reforma, la Mesa Directiva del Senado la turnará a la Comisión de Puntos Constitucionales y a la de Estudios Legislativos, iniciando así el proceso legislativo”, explicó Mier.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, también informó que el dictamen ya fue recibido y se espera que la primera lectura se realice el martes próximo, con la discusión en el Pleno programada para el miércoles. De ser aprobada, la reforma sería turnada a los congresos estatales, y se prevé que esté lista para su promulgación por parte del presidente López Obrador a mediados de septiembre.
La reforma también propone la eliminación de la pensión vitalicia para los ministros actuales y futuros de la Corte, y un ajuste en sus remuneraciones, limitándolas al tope máximo establecido para el presidente de México. Además, se contempla la disolución del Consejo de la Judicatura Federal, que sería reemplazado por dos nuevas instituciones, una de ellas un Tribunal de Disciplina Judicial. También se eliminarían las dos salas que actualmente componen la Suprema Corte.
Un aspecto controvertido de la reforma es la inclusión de la figura de “jueces sin rostro”, que permitiría a los jueces ocultar su identidad en casos relacionados con el crimen organizado. Si bien esta medida busca proteger la seguridad de los juzgadores, ha generado críticas de organismos internacionales de derechos humanos, como la ONU, que señalan la falta de transparencia y la ineficacia de esta figura en otros países como Colombia y Perú.
La aprobación de esta reforma en el Senado requerirá una mayoría calificada, lo que significa que Morena y sus aliados necesitan un voto adicional para alcanzarla. En caso de que la reforma prospere, se realizarán dos elecciones para renovar los cargos del Poder Judicial, una extraordinaria en junio de 2025 y otra en 2027, durante el sexenio de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Esta reforma, presentada como parte de un paquete de 20 modificaciones constitucionales por el presidente López Obrador en febrero, representa uno de los cambios más significativos en la estructura del Poder Judicial en México en las últimas décadas.