Internacional
Rodrigo Duterte, expresidente de Filipinas, es arrestado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad

El expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue arrestado este miércoles por orden de la Corte Penal Internacional (CPI), acusado de crímenes de lesa humanidad relacionados con las mortales campañas antidroga que supervisó durante su mandato. La detención, que se produjo en el aeropuerto internacional de Manila tras su regreso de Hong Kong con su familia, marca un hito histórico, ya que Duterte se convierte en el primer exmandatario asiático en ser arrestado por el tribunal internacional.
Detención y protestas
Duterte, visiblemente indignado, cuestionó la legalidad de su arresto en declaraciones captadas en video por su hija, Veronica Duterte, quien compartió las imágenes en redes sociales. “Muéstrenme ahora la base legal para que yo esté aquí”, exigió el exmandatario a las autoridades. “Ahora tienen que responder por la privación de libertad”. Tras su detención, fue trasladado a la base aérea de Villamor, cerca de Manila, aunque aún no se ha confirmado su destino final.
Sus abogados presentaron de inmediato una solicitud ante el Tribunal Supremo de Filipinas para evitar que sea extraditado a Europa, donde la CPI tiene su sede. El senador Bong Go, aliado cercano de Duterte, calificó la detención como una “violación de su derecho constitucional” y criticó que se impidiera a los abogados y asistentes del expresidente acercarse a él durante el procedimiento.
Investigación por crímenes de lesa humanidad
La CPI ha estado investigando los asesinatos masivos ocurridos durante las campañas antidroga lideradas por Duterte, primero como alcalde de la ciudad de Davao y luego como presidente de Filipinas. Las cifras de víctimas varían ampliamente: mientras la policía nacional reporta más de 6 mil muertos, organizaciones de derechos humanos estiman que la cifra podría superar los 30 mil.
La orden de arresto, emitida el 7 de marzo y de la cual Associated Press obtuvo una copia, señala que “hay motivos razonables para creer” que los crímenes cometidos bajo el mandato de Duterte fueron “generalizados y sistemáticos”. El documento destaca que los ataques ocurrieron durante varios años y que miles de personas parecen haber sido asesinadas. Además, la CPI argumentó que el arresto era necesario para garantizar que Duterte compareciera ante la corte, ya que se esperaba que ignorara una citación judicial.
Aunque Duterte ya no ocupa la presidencia, la CPI considera que aún ejerce un “considerable poder” en Filipinas, lo que podría representar un riesgo de interferencia en las investigaciones y la seguridad de testigos y víctimas. Hasta el momento, ni la CPI ni la oficina del fiscal en La Haya, Holanda, han emitido comentarios oficiales sobre el arresto.
