Economía
¿Se va a cobrar más por la ropa con el alza de aranceles a textiles chinos?

El gobierno de Claudia Sheinbaum, en conjunto con la Secretaría de Economía, anunció el aumento temporal de aranceles a productos textiles y mercancías confeccionadas provenientes de países sin tratados de libre comercio con México, en una medida que busca fortalecer la industria nacional y combatir prácticas desleales.
La medida, formalizada el pasado 19 de diciembre, establece un incremento de 35% en los aranceles de importación sobre 138 fracciones de mercancías confeccionadas y un 15% sobre 17 fracciones de textiles, según detalló el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Este ajuste apunta principalmente a productos de origen chino, aunque no los menciona explícitamente.
Razones detrás del aumento de aranceles
La decisión responde a la necesidad de generar condiciones más justas para la industria mexicana, afectada por prácticas como el contrabando técnico y la competencia desleal derivada del uso indebido del programa IMMEX. Dicho programa permite importar insumos intermedios libres de impuestos cuando el producto final se destina a exportación; sin embargo, se detectó que algunas empresas venden estos productos en el mercado local, evadiendo impuestos.
Según cifras oficiales, esta situación ha provocado la pérdida de aproximadamente 79 mil empleos en sectores como textiles, calzado, acero y plástico. El objetivo, afirmó Ebrard, es priorizar el comercio con los países que tienen tratados comerciales con México, como Estados Unidos, Canadá, Alemania y Honduras, al tiempo que se fortalece la fiscalización en aduanas.
Impacto en los consumidores
El aumento de aranceles podría traducirse en un encarecimiento de productos textiles importados para los consumidores, aunque el efecto dependerá de las estrategias adoptadas por las empresas importadoras. Algunas podrían optar por reducir sus márgenes de ganancia o buscar mercados alternativos para evitar el impacto directo en los precios finales.
Sin embargo, expertos advierten que la ropa importada podría subir de precio en el corto plazo, especialmente la proveniente de países como China, que no tienen acuerdos de libre comercio con México.
Comercio digital y plataformas en línea
Una duda recurrente entre los consumidores ha sido si las compras en plataformas digitales chinas, como Shein o AliExpress, se verán afectadas. Al respecto, Ebrard aclaró que los aranceles no aplican directamente a las ventas en plataformas digitales, sino a las importaciones tradicionales.
Actualmente, las compras en línea ya están sujetas a un 16% de IVA y un impuesto adicional del 19% si el valor del paquete supera los 50 dólares (aproximadamente mil 17 pesos). No obstante, el gobierno realizará revisiones adicionales a las importaciones vía comercio electrónico para evitar irregularidades, según confirmó la presidenta Claudia Sheinbaum.
China y las tensiones comerciales
Aunque el decreto no señala de manera directa a China, expertos y analistas consideran que esta medida responde también a las tensiones comerciales con Estados Unidos. La presión de Washington para reducir los vínculos comerciales entre México y China ha sido constante, especialmente durante la administración de Joe Biden y en el contexto de la campaña electoral de Donald Trump, quien mantiene una postura proteccionista.
En términos de comercio bilateral, México importa más productos de China de los que exporta, generando un déficit comercial significativo que ha impactado en la competitividad de diversas industrias mexicanas.
Antecedentes y proyecciones
Este aumento temporal de aranceles se suma a los 544 impuestos adicionales impuestos en abril de 2024 sobre productos originarios de países sin acuerdos comerciales con México. Con esta estrategia, el gobierno busca proteger sectores clave, como el textil y manufacturero, al tiempo que promueve la legalidad en el comercio exterior.
En conclusión, aunque la medida podría fortalecer la industria nacional, su impacto en los consumidores dependerá de la respuesta de las empresas importadoras. En el caso de las compras digitales, la situación se mantendrá sin cambios inmediatos, aunque el gobierno vigilará con mayor rigor el cumplimiento fiscal y comercial.
