Internacional
Trump inaugura polémica prisión para migrantes en pantanos de Florida: “Alligator Alcatraz”

En una medida que ha generado fuertes críticas, el presidente Donald Trump inauguró este martes un nuevo centro de detención migratoria apodado “Alligator Alcatraz”, ubicado en una remota zona pantanosa de Florida habitada por cocodrilos. La instalación, construida en tiempo récord sobre una antigua base aérea abandonada, ya alberga a sus primeros detenidos y podría expandirse para recibir hasta 5,000 personas.
Durante el acto inaugural, Trump realizó polémicas declaraciones que desataron indignación entre organizaciones defensoras de derechos humanos. “Aquí les enseñaremos cómo escapar de un caimán – el truco es no correr en línea recta”, bromeó el mandatario mientras hacía movimientos en zigzag con sus manos. Funcionarios de su administración agregaron leña al fuego al publicar en redes sociales imágenes de cocodrilos con mensajes sarcásticos sobre ser “los mejores guardias de seguridad”.
Según datos oficiales, el mantenimiento anual de esta prisión costará a los contribuyentes 450 millones de dólares. Las autoridades destacaron que el lugar fue elegido estratégicamente por su aislamiento geográfico – solo cuenta con una carretera de acceso y está completamente rodeado de peligrosos pantanos. “La única salida posible es un vuelo de ida”, advirtió un portavoz de la Casa Blanca.
Organizaciones como Amnesty International y la ACLU han condenado enérgicamente el proyecto, calificándolo de “inhumano” y advirtiendo sobre los graves riesgos sanitarios y de seguridad que representa el entorno pantanoso. Mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional ya comenzó los traslados de migrantes con órdenes de deportación hacia esta instalación, en lo que activistas describen como un nuevo capítulo en la controvertida política migratoria de la administración Trump.
Defensores de la medida argumentan que este centro servirá como fuerte disuasivo contra la migración ilegal y agilizará los procesos de deportación. Sin embargo, grupos de derechos humanos preparan acciones legales para impugnar las condiciones del recinto, que consideran violatorias de tratados internacionales sobre el trato a migrantes.
