Reabren investigación sobre la muerte de Pablo Neruda

Luego de 50 años de la muerte del escritor chileno, Pablo Neruda, esta sigue sin ser completamente aclarada, pues según indican peritos internacionales concluyeron que Neruda murió envenenado en 1973.

Ante esto, autoridades chilenas reabrirán la investigación de la muerte del poeta, pues como indicaron medios de comunicación del país sudamericano, la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile ordenó la reapertura de la investigación por la muerte de Pablo Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.

Tras un fallo unánime, el tribunal chileno señaló que existen diligencias precisas que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos.

Apenas el pasado 7 de diciembre de 2023, una ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó abrir de nuevo esta investigación, pero ahora apenas unos meses más tarde se ordenó la reapertura del caso, por lo que se investigará de nuevo la causa de muerte del escritor.

Hace apenas un año el diario español El País sacó la declaración de un sobrino del poeta, quien dijo que expertos internacionales analizaron la bacteria Clostridium Botulinum, la cual fue encontrada en el cuerpo de Neruda en 2017.

Ante este hallazgo, los peritos indicaron que la bacteria era de origen endógeno, por lo que miembros del Partido Comunista de Chile pudieron haber tenido razón al señalar que esta pudo haber sido inyectada como “arma biológica, lo que indica que Neruda pudo haber muerto envenenado.

Rodolfo Reyes, el sobrino de Pablo Neruda, dijo también a El País lo siguiente:

“Lo puedo decir porque conozco los informes. Lo digo yo como abogado y sobrino, con mucha responsabilidad, porque la jueza no lo puede señalar todavía, pues ella tiene que tener toda la información”.

“Esto es lo que estábamos esperando, porque en el panel de 2017 ya había encontrado Clostridium Botulinum. Pero no se sabía si era endógeno o exógeno. O sea, si era era interno o externo. Y ahora ya se comprobó que era endógeno ya que fue inyectado o colocado”, declaró.

En esta ocasión el sobrino de Neruda sólo dio información sobre los resultados de las pruebas periciales que hicieron científicos internacionales, no las que fueron realizadas por peritos públicos.

Por la misma razón, la información de los expertos no fue vinculante para la decisión judicial, pero también se tenía que tomar en cuenta para evaluar las pruebas científicas y determinar si existió o no la intervención de terceros en la muerte de Neruda.

Con esta nueva reapertura del caso, sería la cuarta vez que se investigue la muerte del poeta, siendo la primera en 2013, cuando se confirmó que su muerte había sido por cáncer de próstata con metástasis que sufría desde 1969, pero hasta la segunda investigación se encontró la bacteria Clostridium Botulinum en el molar de Neruda, por lo que se llevó a cabo una investigación en 2023 para conocer los orígenes de esta bacteria.