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¿Sabías que casi el 58 % de los migrantes en EE. UU. vienen de Latinoamérica?

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Muchos de estos migrantes trabajan en sectores como la agricultura, construcción, limpieza, manufactura y hospitalidad.

¡Así como lo lees! Más de la mitad de los migrantes que trabajan en Estados Unidos provienen de América Latina, según un análisis reciente del Center for Immigration Studies. Esto marca un cambio significativo en el panorama migratorio del país vecino del norte y deja ver cuánto peso tiene nuestra región en su fuerza laboral.

Latinos dominan la escena migrante


De los 6.5 millones de migrantes empleados actualmente en EE. UU., alrededor de 3.8 millones son latinoamericanos. Sí, estamos hablando de más de la mitad de esa población. Dentro de este bloque, los mexicanos siguen liderando, representando el 23 % del total de migrantes en el país.

Este dato nos confirma lo que muchos ya intuíamos: la economía estadounidense depende fuertemente del trabajo latino.

¿Dónde trabajan? En sectores clave


Muchos de estos migrantes trabajan en sectores como la agricultura, construcción, limpieza, manufactura y hospitalidad. Es decir, están presentes en casi todos los rubros esenciales para que las ciudades funcionen día con día. Su presencia no sólo es numérica, sino estratégica.

La pandemia cambió las reglas del juego


Antes del COVID-19, los migrantes latinoamericanos representaban el 38 % del total de la migración en EE. UU. Hoy, ya son casi el 58 %. Esto muestra un cambio enorme que refleja tanto las condiciones económicas de América Latina como la necesidad de mano de obra en Estados Unidos.

Entre 2021 y 2024, llegaron más migrantes que en cualquier otro periodo de las últimas tres décadas. ¡Un récord!

¿Vale la pena migrar?


En 2023, el ingreso promedio de un migrante mexicano en EE. UU. fue de aproximadamente 25,570 dólares al año, casi tres veces más que lo que se gana en promedio en México. Aun así, hubo una ligera caída de 3.2 % en comparación con 2020, lo que refleja que no todo es color de rosa.

En la industria manufacturera, por ejemplo, un mexicano gana en EE. UU. 2.8 USD por hora, mientras que un estadounidense gana en promedio 23.8 USD por hora. La brecha es clara, pero sigue siendo una oportunidad mejor que muchas ofrecidas en casa.

¿Y si los deportan?


Un tema caliente es el de las deportaciones. Según el mismo análisis, si se realizara una deportación masiva (como algunas voces políticas han sugerido), el impacto económico sería brutal, con una posible caída del 7 % del PIB estadounidense. Esto explica por qué muchas industrias no solo toleran, sino que necesitan a los migrantes.

Además, durante el mandato de Biden se deportaron 1.5 millones de personas. Para comparar: en el primer mandato de Obama fueron 2.9 millones.

¿Qué significa esto para México y Latinoamérica?


Este flujo migratorio nos habla de dos cosas: las limitaciones del desarrollo económico en nuestros países y la fortaleza y resiliencia de nuestros trabajadores. Aunque muchos migran buscando mejores oportunidades, la presencia tan fuerte de latinos también abre puertas para mejorar la percepción y el valor del trabajo migrante.

Chihuahua en la ecuación


Siendo un estado fronterizo, Chihuahua juega un papel clave en este contexto migratorio. Es punto de paso, de origen y de esperanza para muchos que cruzan con la ilusión de un futuro mejor. Además, es un ejemplo de cómo la cercanía con EE. UU. nos coloca en el centro de discusiones sobre migración, empleo y economía binacional.

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