Economía
Sexenio de Sheinbaum inicia con caída en la producción petrolera de 6.8%, su mayor desplome desde 2019

Durante octubre, el primer mes de la administración de Claudia Sheinbaum, la producción de petróleo crudo en México registró un descenso del 6.8% anual, al ubicarse en 1 millón 527 mil barriles diarios, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Este retroceso representa la mayor caída desde julio de 2019 y marca 10 meses consecutivos de disminuciones en la producción del llamado “oro negro”.
Pemex lidera la caída
La producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), que aporta la mayor parte del crudo del país, alcanzó 1 millón 423 mil barriles diarios, reflejando una contracción anual de 7.6%. Este desempeño refuerza los retos que enfrenta la empresa estatal en su intento por estabilizar y aumentar la producción, en un contexto de alta dependencia del petróleo para las finanzas públicas.
Petroleras privadas, en ascenso
En contraste, las compañías petroleras privadas reportaron una producción de 103 mil barriles diarios, lo que representó un incremento anual del 6%. Aunque su participación en el mercado nacional sigue siendo menor, este crecimiento destaca el papel creciente de las empresas privadas en la industria energética mexicana.
El desplome en la producción petrolera ocurre en un momento crítico para Pemex, que recientemente nombró a Víctor Rodríguez Padilla como su nuevo director, con el objetivo de redirigir la estrategia de la empresa. Además, la caída plantea un desafío para la administración de Sheinbaum, que busca fortalecer al sector energético como una prioridad nacional.
La tendencia descendente podría complicar las metas económicas y presupuestarias del gobierno, particularmente en un entorno de volatilidad en los precios internacionales del petróleo y con la necesidad de reducir la dependencia de los ingresos petroleros a largo plazo.
Durante octubre, la producción total de hidrocarburos líquidos en México, incluyendo petróleo crudo y condensados, alcanzó 1 millón 788 mil barriles diarios, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Esta cifra se encuentra cerca del objetivo de 1.8 millones de barriles diarios planteado como promedio anual por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Producción de condensados, un factor clave
A pesar de la caída anual del 6.8% en la producción de crudo, la inclusión de los condensados permitió a México mantener un nivel de producción cercano a la meta establecida para el sexenio. Estos hidrocarburos, utilizados en la mezcla de combustibles y productos petroquímicos, han cobrado relevancia en los esfuerzos por compensar la disminución en la extracción de petróleo.
Aunque el nivel global de producción muestra un avance hacia los objetivos gubernamentales, la caída sostenida en la extracción de crudo, particularmente en Pemex, plantea retos significativos. La petrolera estatal enfrenta dificultades operativas y financieras que han impactado su capacidad para revertir la tendencia decreciente.
Por otro lado, el crecimiento sostenido de las petroleras privadas, con un aumento del 6% anual en octubre, ofrece un contrapeso que podría contribuir a diversificar la producción y alcanzar las metas energéticas planteadas por el gobierno.
La administración de Sheinbaum ha señalado al sector energético como una prioridad nacional. La cifra alcanzada en octubre refuerza el compromiso por alcanzar el objetivo de 1.8 millones de barriles diarios, aunque será fundamental superar los desafíos operativos y potenciar las inversiones en exploración y producción para mantener esta tendencia en los próximos años.
La disminución de 6.8% en la producción petrolera de México durante octubre, el mayor desplome en más de cuatro años, se atribuye en gran medida a la baja productividad de varios campos estratégicos, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Estos campos, considerados clave para mantener y aumentar la extracción nacional de crudo, han registrado un descenso en su rendimiento en comparación con el año pasado, lo que ha impactado directamente los niveles de producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del país en general.
Con una caída anual del 7.6% en su producción, Pemex enfrenta presiones adicionales para recuperar la capacidad productiva de los yacimientos maduros, al tiempo que busca desarrollar nuevos proyectos que aseguren un suministro sostenible.
La administración de Claudia Sheinbaum ha señalado al sector energético como un pilar estratégico, por lo que revertir esta tendencia será fundamental para alcanzar la meta de 1.8 millones de barriles diarios promedio durante el sexenio. Sin embargo, lograrlo dependerá de mejorar la explotación en estos campos clave y de impulsar una mayor inversión en exploración y tecnología para optimizar la producción.
El campo petrolero Maloob, el más importante de México, produjo 314 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos en octubre de 2024, una disminución del 0.6% en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos oficiales.
Esta leve contracción en uno de los pilares de la producción nacional evidencia los retos que enfrenta el sector energético, particularmente en yacimientos maduros que comienzan a mostrar signos de declive en su capacidad productiva.
Maloob, un termómetro para Pemex
Maloob, operado por Petróleos Mexicanos (Pemex), ha sido durante años un baluarte de la producción petrolera nacional. Sin embargo, su ligera disminución se suma a la tendencia general de baja productiva en varios campos estratégicos, lo que ha contribuido a una caída anual del 6.8% en la producción nacional de crudo.
Con la administración de Claudia Sheinbaum recién iniciada, la estabilización de la producción petrolera se perfila como una prioridad. Alcanzar la meta de 1.8 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos requerirá no solo mantener el rendimiento en campos clave como Maloob, sino también desarrollar nuevos yacimientos y optimizar las operaciones en los existentes.
El rendimiento de Maloob será clave en los próximos meses para medir la efectividad de las estrategias del gobierno y de Pemex en la recuperación del sector energético nacional.
La producción de hidrocarburos líquidos en México se ha visto impactada por disminuciones significativas en varios de sus campos estratégicos, según datos de octubre de 2024. Aunque campos como Ayatsil solo registraron una leve caída, pasando de 99 mil barriles diarios en octubre de 2023 a 97 mil en 2024, otros yacimientos clave reportaron retrocesos de doble dígito.
Caídas pronunciadas en Zaap, Quesqui y otros campos
El campo Zaap, el segundo mayor productor del país, generó 137 mil barriles diarios en octubre, lo que significó una contracción anual del 20.8%. Por su parte, Quesqui, considerado un pilar en la estrategia de expansión de Pemex, cayó un 27.4% en su producción. Otros descensos significativos se registraron en Tupilco Profundo (-20.2%) y Balam (-26.5%).
A pesar de su reciente incorporación a la lista de los campos más productivos, Ixachi también enfrenta retos, sumándose al grupo de yacimientos que representan el 50% de la producción nacional de hidrocarburos líquidos.
Impacto en la producción nacional
Estas caídas en campos estratégicos han contribuido a que la producción total de petróleo crudo y condensados acumule 10 meses consecutivos de retrocesos. La situación refleja la urgencia de optimizar la explotación de yacimientos maduros y acelerar el desarrollo de nuevos proyectos para estabilizar la producción.
Con la producción petrolera nacional en declive, el desafío para Pemex y el gobierno de Claudia Sheinbaum es claro: revertir esta tendencia mientras buscan alcanzar la meta de 1.8 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos promedio durante el sexenio. Lograrlo requerirá mayores inversiones en tecnología y exploración, así como estrategias que maximicen la eficiencia en los yacimientos actuales.
La producción de gas natural en México experimentó una significativa disminución en octubre de 2024, al caer de 4 mil 166 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) en octubre de 2023 a 3 mil 592 MMpcd, lo que representa una reducción de aproximadamente el 13.8%.
Este retroceso en la producción de gas natural, clave para la generación de electricidad y el abastecimiento de industrias, se suma a la serie de dificultades que enfrenta el sector energético mexicano. La caída en la producción de gas refleja los desafíos operativos en los campos productores y la necesidad de invertir en infraestructura y exploración para asegurar la estabilidad del suministro a largo plazo.
Retos para Pemex y la política energética de Sheinbaum
Al igual que con el petróleo, la caída en la producción de gas natural representa un reto para Pemex, que debe optimizar la explotación de sus campos y buscar nuevas fuentes de gas para cubrir la creciente demanda interna. La administración de Claudia Sheinbaum enfrentará la presión de mejorar los niveles de producción, especialmente en un contexto donde la demanda energética sigue siendo alta.