Internacional
Zelenski enfrenta crisis política por reforma anticorrupción que genera protestas en Ucrania

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski se encuentra en medio de una tormenta política tras la aprobación de una polémica reforma que modifica el funcionamiento de los organismos anticorrupción del país. La medida, presentada por el gobierno como necesaria para agilizar procesos judiciales, ha desatado las mayores manifestaciones contra el ejecutivo desde el inicio de la invasión rusa hace más de tres años.
Miles de ucranianos salieron a las calles de Kiev y otras ciudades esta semana, en una inusual muestra de descontento social en tiempos de guerra. Los manifestantes, respaldados por organizaciones civiles, acusan a Zelenski de utilizar la lucha contra la corrupción como pretexto para aumentar el control gubernamental sobre instituciones clave. Según expertos, la nueva ley podría permitir al círculo presidencial influir en investigaciones sensibles.
La controversia ha traspasado fronteras, generando preocupación entre los aliados occidentales de Ucrania. El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, advirtió públicamente que la medida podría ralentizar el proceso de adhesión a la Unión Europea, un objetivo estratégico para Kiev. Organismos como Transparencia Internacional han calificado la reforma como un “peligroso retroceso” en los avances democráticos logrados tras la Revolución de la Dignidad en 2014.
Zelenski ha respondido a las críticas con un mensaje en Telegram donde insiste en que la reforma busca “eliminar la influencia rusa” en los organismos anticorrupción y acelerar procesos judiciales estancados. “No es normal que funcionarios corruptos lleven años viviendo impunemente en el extranjero”, argumentó el mandatario, aunque sin proporcionar pruebas concretas de infiltración rusa.
La situación ha sido aprovechada por Moscú para ridiculizar al gobierno ucraniano. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, se burló de las acusaciones con sarcasmo: “Pronto dirán que hay osos rusos infiltrados en sus bosques”.
Analistas políticos señalan que esta crisis interna llega en el peor momento posible, cuando Ucrania necesita mantener la unidad nacional y el apoyo internacional para enfrentar la ofensiva rusa. Las protestas no sólo distraen del esfuerzo bélico, sino que podrían afectar la percepción de los aliados occidentales en un momento crucial para el flujo de ayuda militar y económica.
Mientras tanto, los organizadores de las protestas han convocado nuevas movilizaciones, poniendo a prueba la capacidad de Zelenski para manejar el descontento social sin recurrir a medidas autoritarias. El equilibrio entre seguridad nacional y libertades democráticas se ha convertido en el nuevo frente de batalla para un gobierno que hasta ahora había mantenido un apoyo público mayoritario gracias a su liderazgo en la guerra.