Internacional
Estados Unidos y China reanudarán negociaciones comerciales en Malasia en medio de crecientes tensiones por tierras raras, fentanilo y soya

Las tensiones entre Estados Unidos y China vuelven a intensificarse justo cuando ambas potencias se preparan para reanudar negociaciones comerciales esta semana en Malasia, según confirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent. El anuncio se produce después de una conversación virtual sostenida el pasado 17 de octubre entre Bessent y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, la cual fue calificada por medios estatales del gigante asiático como “un intercambio constructivo de puntos de vista”.
Los temas clave que amenazan con entorpecer los avances en el diálogo bilateral incluyen las exportaciones de tierras raras, el tráfico de fentanilo y la compra de soya estadounidense. Estos fueron señalados directamente por el presidente Donald Trump como los principales focos de fricción entre Washington y Beijing.
“No quiero que jueguen ‘el juego’ de las tierras raras con nosotros”, declaró Trump a bordo del Air Force One, en su regreso a la capital desde Florida. Sus comentarios se dan pocos días después de que China anunciara la imposición de controles más estrictos sobre la exportación de estos materiales críticos, esenciales para la industria tecnológica y de defensa. Como respuesta, Trump amenazó con aplicar un arancel del 100 por ciento a los productos chinos, una medida que entraría en vigor el 1 de noviembre.
Además de las tierras raras, el mandatario reiteró su exigencia de que Beijing actúe con mayor firmeza para frenar el tráfico de fentanilo y sus precursores químicos. Washington ha acusado reiteradamente al gobierno chino de permitir la salida de estos opioides sintéticos, los cuales alimentan la grave crisis de adicciones en Estados Unidos.
Trump también presiona a China para que retome las compras de soya estadounidense, un producto agrícola clave para la economía del país norteamericano. “Son cosas muy normales, ya saben”, comentó el presidente, restando dramatismo a los pedidos que, sin embargo, podrían definir el rumbo de las negociaciones.
El clima de relativa estabilidad que había imperado en los últimos meses entre ambas potencias ha comenzado a deteriorarse. A las nuevas restricciones tecnológicas impuestas por Estados Unidos se suma una propuesta para aplicar tarifas adicionales a buques chinos que arriben a puertos estadounidenses. Como respuesta, China anunció medidas recíprocas y el fortalecimiento de controles sobre exportaciones de materiales estratégicos.