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¿Por qué el flujo de migrantes cayó en la frontera México-EU?

La masiva llegada de migrantes en busca de asilo a la frontera entre Estados Unidos y México ha disminuido de manera significativa, según testimonios de activistas y migrantes. Las medidas implementadas por la administración del presidente Joe Biden, en colaboración con el gobierno mexicano, han logrado reducir lo que antes era un flujo constante de personas, contraviniendo el discurso republicano sobre una crisis migratoria descontrolada.
Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos, señala que “ahora llegan muy pocas personas, muchas de las cuales desconocen que deben utilizar una aplicación móvil para solicitar una cita y ser entrevistados para pedir asilo”. Este comité es uno de los pocos que continúa brindando asistencia a los migrantes que llegan a la zona fronteriza de Jacumba, California, que en mayo era uno de los principales puntos de ingreso irregular a Estados Unidos. Sin embargo, desde el 4 de junio, cuando Biden promulgó nuevas restricciones al asilo, el número de detenciones de migrantes ha disminuido notablemente.
Ríos afirma que, en su mayoría, los migrantes que aún logran cruzar provienen de regiones como África y Medio Oriente, y muchos de ellos no hablan ni inglés ni español. Según datos de CBS, el mes pasado se registraron solo 54,000 detenciones de migrantes en la frontera con México, la cifra más baja desde que Biden asumió la presidencia.
Este contexto migratorio también está marcado por la contienda electoral en Estados Unidos, en la que la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump compiten por la presidencia. Ríos sugiere que las políticas migratorias están influidas por estrategias electorales, con ambos candidatos prometiendo mayor control en la frontera.
Solicitantes de asilo enfrentan largos tiempos de espera y frustración
A pesar de la reducción en los cruces fronterizos, los solicitantes de asilo enfrentan un proceso cada vez más complicado. Activistas como Pedro Ríos advierten que el uso de la aplicación CBP One, necesaria para agendar una cita para la entrevista de asilo, ha añadido obstáculos. Los tiempos de espera para obtener una cita pueden extenderse hasta ocho o nueve meses, lo que deja a los migrantes en una situación vulnerable sin poder trabajar ni mantener a sus familias. Además, los albergues en México solo ofrecen refugio temporal, lo que agrava la precariedad de su situación.
El papel de las autoridades mexicanas ha sido clave en este proceso, sirviendo como filtro para quienes intentan llegar a la frontera. Boanerges, un migrante ecuatoriano, relató a EFE que fue devuelto a Chiapas por las autoridades mexicanas después de llegar a Tijuana para solicitar asilo en California. Sin dinero y sin oportunidades laborales en Chiapas, decidió regresar a la frontera, aunque sus expectativas de cruzar y obtener asilo han disminuido considerablemente.
Discursos de Trump y Harris sobre migración marcan la campaña
En el contexto electoral, Donald Trump ha continuado con su retórica sobre una supuesta crisis migratoria en la frontera, prometiendo medidas más estrictas si es elegido nuevamente. Durante una visita reciente a Arizona, el expresidente anunció que contrataría a 10,000 agentes adicionales para la Patrulla Fronteriza y les ofrecería bonos de 10,000 dólares.
Por su parte, Kamala Harris ha defendido las restricciones impuestas por Biden, y ha criticado a Trump y a los republicanos por bloquear un proyecto bipartidista que buscaba reformar el sistema de asilo. Ese proyecto, rechazado en marzo, incluía recursos para aumentar el número de jueces de inmigración y agentes fronterizos.
Mientras tanto, los migrantes como Boanerges esperan que la situación en la frontera mejore tras las elecciones, con la esperanza de poder ingresar a Estados Unidos sin ser deportados.