Internacional
¿Cómo China podría ‘vengarse’ de Trump por sus aranceles?
Seis años después de que Donald Trump desatara una guerra comercial con China, el escenario se tensa nuevamente con las amenazas del presidente electo de Estados Unidos de imponer aranceles del 60 % a los productos chinos. De concretarse, esta medida podría provocar un profundo impacto en el comercio entre ambas potencias.
Para China, cuyo superávit comercial con Estados Unidos limita las opciones de represalia directa, las alternativas disponibles no están exentas de riesgos y consecuencias para su economía, ya afectada por una crisis inmobiliaria.
Estrategias posibles de China ante nuevos aranceles
- Venta de bonos del Tesoro estadounidense
China podría reducir drásticamente sus reservas de bonos del Tesoro, que actualmente ascienden a 734 mil millones de dólares. Una venta masiva podría elevar los rendimientos de los bonos y generar inestabilidad en los mercados financieros globales. Sin embargo, esta estrategia podría perjudicar a China misma al devaluar el valor de sus reservas y fortalecer al dólar, favoreciendo a los exportadores estadounidenses. - Devaluación del yuan
Pekín podría optar por debilitar su moneda para contrarrestar el impacto de los aranceles y hacer más competitivas sus exportaciones. Durante la disputa comercial de 2018-2019, el yuan se depreció un 11.5 %, compensando dos tercios del impacto de los aranceles. No obstante, un yuan más barato podría aumentar las tensiones comerciales con otros socios y fomentar salidas de capital. - Restricciones a exportaciones clave
China ya ha limitado la exportación de minerales estratégicos, como el galio, el germanio y el grafito, esenciales para tecnologías avanzadas. Pekín podría endurecer aún más estas restricciones, afectando la industria tecnológica estadounidense a corto plazo. Sin embargo, esto podría acelerar la diversificación de las cadenas de suministro globales y erosionar la confianza en China como proveedor. - Formación de alianzas estratégicas
China también busca mitigar el impacto de la disputa comercial fortaleciendo sus lazos con aliados tradicionales de Estados Unidos, como Japón y Australia, y promoviendo alianzas en Eurasia. Según expertos, esta estrategia podría ser clave para contrarrestar las políticas estadounidenses y preservar la estabilidad económica global.
Un panorama incierto
El desafío para China radica en equilibrar estas medidas con el riesgo de generar más tensiones económicas y políticas, tanto a nivel nacional como internacional. Analistas advierten que las “simples guerras comerciales” podrían evolucionar hacia un conflicto más complejo, con implicaciones difíciles de contener para ambas superpotencias.