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“John” vuelve a ser tormenta tropical, pero podría causar inundaciones potencialmente letales

La tormenta tropical “John”, que impacta la costa del Pacífico sur mexicano, ha encendido las alertas por su potencial de causar inundaciones y deslaves mortales, tras haberse intensificado en un huracán categoría 3 antes de debilitarse nuevamente.
El meteoro tocó tierra la noche del lunes cerca de Punta Maldonado, Guerrero, con vientos sostenidos de hasta 190 km/h. Aunque “John” perdió fuerza durante la madrugada del martes y regresó a categoría de tormenta tropical, con vientos de 110 km/h, las autoridades continúan en alerta máxima debido a los peligros asociados con las fuertes lluvias y el lento avance de la tormenta.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió que el fenómeno podría provocar inundaciones repentinas y deslaves significativos en los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Según el pronóstico, “John” dejará entre 25 y 50 centímetros de lluvia en algunas zonas hasta el jueves, con acumulaciones mayores en áreas específicas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a la población a resguardarse y priorizar la seguridad, afirmando que “lo más importante es la vida”, mientras las autoridades locales y nacionales intensifican las medidas de prevención. En Guerrero y Oaxaca, se ordenó la suspensión de clases y la evacuación de miles de personas hacia refugios temporales.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, informó que alrededor de 3,000 personas fueron evacuadas en su estado y se habilitaron 80 albergues. Mil efectivos militares y personal de emergencias ya están desplegados para atender la situación. En Puerto Escondido, uno de los puntos turísticos afectados, las autoridades ordenaron el cierre de actividades en las playas, mientras residentes y turistas enfrentan intensas lluvias y vientos.
La tormenta ha generado temor entre la población, especialmente tras la experiencia con el huracán “Otis” del año pasado, que también se intensificó rápidamente y dejó devastación en Acapulco. En aquella ocasión, la lenta respuesta gubernamental fue fuertemente criticada. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, prometió reforzar los sistemas de alerta temprana para evitar tragedias similares en el futuro.
La incertidumbre en torno a la trayectoria de “John” aumenta la preocupación, ya que podría ralentizarse y estacionarse sobre áreas costeras, lo que incrementaría los daños.