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Senado aprueba reforma energética; se turna a congresos locales para ratificación

En una sesión celebrada durante los primeros minutos de este jueves 17 de octubre, el Senado de la República aprobó la reforma energética impulsada por Morena y sus aliados, logrando la mayoría calificada necesaria. Con 86 votos a favor y 39 en contra, el dictamen será ahora enviado a los congresos locales de todo el país para su ratificación, antes de ser firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Este avance llega más de dos años después de que un intento previo de reforma energética, presentado por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, fuera bloqueado por la oposición en la Cámara de Diputados. En aquella ocasión, la falta de apoyo de partidos opositores impidió que Morena alcanzara la mayoría calificada, lo que derivó en fuertes críticas por parte del oficialismo, que calificó a sus detractores como “traidores a la patria”. Además, dicho fracaso impulsó una moratoria constitucional impulsada por el PRI, PAN y PRD, quienes acordaron votar en contra de cualquier iniciativa propuesta por el gobierno de López Obrador.
En contraste, el escenario actual favorece a la llamada Cuarta Transformación, que cuenta con una mayoría calificada tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Con ello, el proyecto de reforma energética avanza hacia su ratificación por al menos 17 de los 32 congresos estatales, lo cual permitiría su implementación definitiva en los próximos días.
¿Qué implica la reforma energética?
La reforma plantea cambios sustanciales en el sector energético mexicano, particularmente en el estatus de las empresas estatales. De acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum, quien habló sobre el tema en su conferencia matutina del 16 de octubre, la iniciativa busca que las empresas públicas de energía, como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya no sean consideradas monopolios.
El cambio central consiste en modificar la clasificación de estas entidades, que pasarán de ser “empresas productivas del Estado” a “empresas públicas del Estado”, lo que reafirma su carácter público. Con esta modificación, la CFE será responsable de generar el 54% de la energía del país, mientras que el sector privado se encargará del porcentaje restante.
Otro aspecto clave es la flexibilización en la participación de privados en la transición energética. Aunque inicialmente se proponía que esta fuera responsabilidad exclusiva del Estado, los legisladores de Morena eliminaron esa disposición del artículo 27 constitucional, permitiendo que empresas privadas puedan colaborar en este proceso.
La reforma energética ahora se encuentra en manos de los congresos estatales, cuyo respaldo es necesario para su aprobación final y puesta en marcha.