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Internacional

3 estados definen la ajustada pelea de republicanos y demócratas por el crucial control del Senado de Estados Unidos

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Los republicanos parecen encaminados a recuperar la Cámara de Representantes, pero el control definitivo del Congreso aún es incierto y dependerá de tres batallas de resultados aún incierto.

A falta de muchos resultados oficiales tras las elecciones de este martes, el Partido Republicano recuperaría el control de la Cámara de Representantes, según proyecciones, pero hasta ahora los números descartan una “ola roja” y muestran una dura resistencia de los demócratas en luchas clave.

Según la cadena estadounidense CBS, socia de BBC, los republicanos se perfilan como mayoría en la cámara baja del Congreso. Sólo necesitan ganar cinco escaños que están ahora en manos demócratas para recuperar el control.

Pero las matemáticas son más complejas para el Senado, que renueva a un tercio de sus miembros con algunas carreras demasiado igualadas como para anticipar quién gana.

Una de las tres carreras decisivas, en el estado de Georgia, se definirá en otra elección el 6 de diciembre, fecha hasta la que quizás habría que esperar para ver qué partido controla definitivamente el Senado.

Las 3 carreras decisivas por el control del Senado

  • Georgia se definirá en otra elección de desempate. La carrera entre el republicano Herschel Walker y el demócrata Raphael Warnock fue muy ajustada y ninguno alcanzó el 50% de votos necesarios. El 6 de diciembre es la fecha de la elección.
  • En Arizona, el demócrata Mark Kelly está ligeramente por delante de Blake Masters, que cuenta con el respaldo de Donald Trump. Pero aún queda un amplio porcentaje de votos por contar.
  • En Nevada, el republicano Adam Laxalt está por delante de la demócrata Catherine Cortez Masto, que defiende su puesto.

En la cámara alta actualmente hay un empate 50-50 que rompe la vicepresidenta Kamala Harris, quien tiene derecho a votar en la cámara alta cuando se presenta esta situación. Por ello, cualquier cambio puede desequilibrar la balanza.

Los demócratas respiran aliviados, ya que podrían considerar un gran resultado mantener el control del Senado. Por ejemplo, John Fetterman venció en su disputa por el estado de Pensilvania, lo que supone un importante triunfo al recuperar un puesto que estaba en manos republicanas.

“Aunque un solo resultado no marca una elección, Pensilvania eleva los ánimos de los demócratas considerablemente”, dijo John Sudworth, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, tras conocerse el resultado.

“Definitivamente no es una ola roja, eso es seguro”, admitió en televisión el senador republicano Lindsey Graham.

Un referendo sobre Biden

Las dos cámaras del Congreso han estado bajo control demócrata en los dos primeros años de mandato del presidente Joe Biden.

Si finalmente hay un cambio de control partidista, eso afectaría a la agenda de Biden, que podría ver bloqueadas sus iniciativas.

Normalmente las elecciones de mitad de período son un referendo a la gestión del presidente y suelen ser negativas para el partido que controla la Casa Blanca.

Biden tiene bajos niveles de aprobación (alrededor del 45%) y la alta inflación, la más alta en los últimos 40 años y por ello el gran tema para muchos electores republicanos, juega en contra del partido en el gobierno.

Pero las primeras encuestas a boca de urna también mostraron que para 3 de cada 10 votantes el aborto fue la cuestión más importante. Esto podría haber beneficiado a los demócratas, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. -de mayoría conservadora- de eliminar el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en todo el país.

En la Casa Blanca hay un ambiente de “emoción y de validación” con los resultados, según la cadena CBS.

Los resultados definitivos tardarán en conocerse porque hay partes del país en los que continúa el conteo de votos y en varios estados puede demorarse días, sobre todo para las disputas más igualadas.

Qué sabemos hasta ahora

  • No hubo “ola roja” hasta ahora a favor de los republicanos, algo que algunos aventuraban
  • La Cámara de Representantes regresaría a control republicano, según las proyecciones
  • Dada la baja popularidad de Biden y la alta inflación, los demócratas están conteniendo daños, según los resultados que se conocen hasta ahora
  • El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que podría ser rival republicano de Donald Trump por la Casa Blanca en 2024, logró una victoria clara por la reelección
  • Florida y el condado de Miami-Dade, tradicional refugio demócrata, se confirma ahora como bastión republicano
  • El demócrata John Fetterman es el ganador en la carrera por el Senado en Pensilvania, una de las batallas clave por el control del Senado
  • Las peleas más determinantes aún son demasiado inciertas como para proyectar ganadores, sobe todo en el Senado, donde existe un equilibrio de 50-50
  • Hay ya varios hitos en la elección: la primera gobernadora de la historia abiertamente lesbiana, Maura Healey (Massachusetts), y el primer congresista de la generación Z, Maxwell Frost (Florida), de origen cubano.

Qué no sabemos aún

  • El control del Senado es incierto y tardará en haber un desenlace. El resultado de las cruciales carreras en Nevada y Arizona podrían tardar días. En el caso de Georgia habrá una nueva elección el 6 de diciembre porque ninguno de los dos principales candidatos llegó al 50% de los votos
  • La dimensión del triunfo republicano en la Cámara de Representantes. El margen, si se confirma el cambio de mando, es importante para su eventual oposición a Biden
  • Si Donald Trump puede realmente considerarse un ganador o un perdedor, pese a no estar en la boleta. Algunos de los republicanos que él respaldó ganaron, pero otros perdieron, por lo que aún hay que esperar a hacer el balance final
  • Cómo sale parado de la elección Joe Biden, que pese a la baja popularidad podría ver su figura reforzada al haber contenido daños

¿Qué significaría que haya un gobierno dividido?

Un gobierno dividido se refiere a una situación en la que una o ambas cámaras del Congreso de EE.UU. están controladas por un partido que se opone al presidente en ejercicio, algo que parece que podría pasar a partir de estas elecciones.

Este tipo de gobierno es común en el país norteamericano desde la década de 1970. El más reciente fue durante los últimos dos años de presidencia de Donald Trump, cuando los demócratas controlaban la Cámara.

Algunas personas apoyan un gobierno dividido porque significa que cada partido político puede vigilar al otro, por ejemplo, controlando medidas de gasto no deseadas o bloqueando ciertos proyectos para que no se conviertan en ley.

Además, con las cámaras divididas se puede obligar a los legisladores a redactar leyes que tengan una base de apoyo más amplia, lo que las hace más difíciles de deshacer cuando el poder cambia de manos. En esta situación, la cooperación genera estabilidad política.

Pero cuando los partidos están polarizados en sus posiciones, un gobierno dividido puede hacer que sea imposible que un partido apruebe la legislación, lo que lleva a un estancamiento.

Con información de BBC

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