Asamblea Nacional de Francia inicia proceso para destituir a Macron

La Mesa de la Asamblea Nacional de Francia aprobó este martes 17 de septiembre el inicio de un procedimiento de destitución contra el presidente Emmanuel Macron, impulsado por el partido de izquierda La Francia Insumisa (LFI). Sin embargo, el proceso parece tener pocas probabilidades de avanzar debido a la falta de consenso entre las diversas formaciones políticas, incluso dentro de la propia izquierda.

El apoyo a la validación del procedimiento se obtuvo con el voto favorable de doce miembros de la Mesa de la Cámara de Diputados, todos ellos pertenecientes a partidos de izquierda. Por otro lado, diez integrantes rechazaron la propuesta. La iniciativa, liderada por LFI y su líder Jean-Luc Mélenchon, fue presentada originalmente el 4 de septiembre y firmada por 72 diputados del partido, junto con nueve ecologistas y comunistas. La destitución ha sido presentada como una “respuesta política” a la decisión de Macron de nombrar al conservador Michel Barnier como primer ministro, en lugar de la candidata de izquierda, Lucie Castets.

Aunque tres diputados del Partido Socialista (PS) en la Mesa votaron a favor de continuar con el proceso, la formación ha señalado que se opondrá unánimemente tanto en la comisión legislativa como en el plenario. El PS argumenta que este procedimiento, heredado de las leyes excepcionales por alta traición, no se ajusta a la situación política actual.

Incluso si las fuerzas de izquierda permanecieran unidas, su número es insuficiente, ya que son minoría tanto en la comisión legislativa como en el plenario de la Asamblea. Para que la destitución prospere, sería necesario contar con el apoyo de dos tercios de los parlamentarios, lo que requeriría el respaldo de partidos como la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen. No obstante, Le Pen ya ha descartado la posibilidad de apoyar lo que calificó como “una maniobra de distracción” de la extrema izquierda.

Ante esta situación, el proceso de destitución contra Macron parece destinado a fracasar, aunque marca un nuevo episodio de tensión política en el país.