Economía
China rompe récord de superávit comercial pese a la presión arancelaria de Estados Unidos

China cerró el primer semestre de 2025 con un superávit comercial sin precedentes de 586 mil millones de dólares, según datos oficiales difundidos este lunes por la Administración General de Aduanas. La cifra refleja una notable recuperación del comercio exterior del país, en medio de un panorama internacional marcado por tensiones arancelarias y un entorno geopolítico incierto.
En junio, las exportaciones chinas crecieron un 5.8 % interanual hasta alcanzar los 325 mil millones de dólares, superando ampliamente las expectativas del mercado. Las importaciones también repuntaron, con un alza del 1.1 %, marcando su primer crecimiento desde febrero.
Este desempeño comercial positivo ocurre a pesar del desplome en las exportaciones hacia Estados Unidos, que cayeron un 16.1 % con respecto al mismo mes del año anterior, luego de una caída aún más pronunciada de 34 % en mayo. No obstante, las empresas chinas han logrado compensar esta contracción fortaleciendo sus vínculos con otros mercados clave, particularmente con los países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a los que las exportaciones aumentaron un 17 %.
“El comercio exterior chino resistió la presión y logró avanzar en el primer semestre del año”, afirmó Wang Lingjun, subdirector de la agencia aduanera china, en una rueda de prensa. No obstante, el funcionario advirtió sobre los desafíos que persisten: “El unilateralismo y el proteccionismo continúan en ascenso a nivel global, lo que complica aún más el entorno externo”.
En medio de estas tensiones, el expresidente Donald Trump anunció que Estados Unidos y China alcanzaron un nuevo acuerdo comercial. Según la información preliminar, Beijing se comprometió a mantener el suministro de tierras raras, mientras que Washington habría accedido a suavizar algunas restricciones impuestas a China. Sin embargo, hasta el momento no se han dado a conocer los detalles concretos del pacto.
Una de las estrategias clave de Beijing para contrarrestar el impacto de los aranceles estadounidenses ha sido redirigir sus exportaciones a mercados alternativos, lo que ha permitido a sus fábricas mantener el dinamismo pese al enfriamiento general de la economía. Esta maniobra, sin embargo, podría enfrentar nuevos obstáculos.
La semana pasada, Estados Unidos anunció una nueva ronda de tarifas que entrarán en vigor el 1 de agosto. Entre las medidas figura un arancel del 30 % a productos procedentes de México y un gravamen del 50 % a las importaciones de cobre. Además, se anticipa la implementación de nuevas tarifas sectoriales, como parte de un intento de frenar el desvío indirecto de mercancías chinas hacia el mercado estadounidense.
A pesar de estas fricciones, analistas destacan que el repunte en junio podría estar vinculado a la reducción temporal de algunos aranceles, resultado de las conversaciones comerciales sostenidas en mayo en Ginebra. “Tanto las exportaciones como las importaciones sorprendieron al alza”, señalaron economistas de Goldman Sachs, liderados por Andrew Tilton.
El comercio exterior sigue siendo un pilar fundamental para la estabilidad económica de China. No obstante, la sostenibilidad de este impulso dependerá de cómo evolucione la relación comercial con Estados Unidos y de la capacidad del país asiático para diversificar aún más sus destinos de exportación en un mundo cada vez más fragmentado.