Internacional
Israel planea “continuidad territorial” entre Jerusalén y asentamientos en Cisjordania

El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, anunció que el Gobierno israelí trabaja para consolidar una “continuidad territorial” entre Jerusalén y los asentamientos ilegales en el bloque de Gush Etzion, ubicado en Cisjordania ocupada. La medida busca fortalecer el control israelí sobre el área y, según reportes, sería presentada como parte de un plan de soberanía al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
“No permitiremos que los árabes separen (el bloque de asentamientos de) Gush Etzion y Jerusalén, ni que establezcan un Estado palestino que pondría en peligro nuestra existencia aquí”, declaró Smotrich a través de su cuenta en X (antes Twitter).
El anuncio llega en un contexto donde la prensa israelí señala que Smotrich, líder de la extrema derecha y colono, estaría preparando el terreno para presionar por una mayor anexión de tierras palestinas durante una potencial segunda presidencia de Trump. “Seguimos trabajando para fortalecer nuestra presencia sobre todas las regiones de nuestro país”, agregó, haciendo referencia a Cisjordania con su nombre bíblico, Judea y Samaria.
Según la ONG israelí Peace Now, que monitorea la expansión de los asentamientos, el Gobierno israelí ha impulsado desde principios de 2024 8,720 nuevas viviendas en Cisjordania ocupada, con otras 780 actualmente en discusión. Además, en junio, el gabinete aprobó, a propuesta de Smotrich, la legalización de puestos de avanzada —asentamientos considerados ilegales incluso por la ley israelí— y la construcción de nuevas viviendas en las colonias de Gvaot, Yakir y Neria.
Israel también ha declarado este año más de 2,300 hectáreas en Cisjordania como “tierras estatales”, un mecanismo que, junto con la designación de áreas de entrenamiento militar y reservas naturales, facilita la expulsión de comunidades palestinas y el control del territorio ocupado.
Estas acciones representan un desafío significativo al derecho internacional, que considera ilegales los asentamientos israelíes en territorio ocupado, mientras incrementan las tensiones en una región ya marcada por el conflicto y la inestabilidad.