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En la Basílica de Guadalupe, apaga festejo a la Virgen desolación por pandemia

Por primera vez el atrio de la Basílica de Guadalupe lució vacío durante los festejos del 12 de diciembre. La pandemia por COVID-19 evitó que millones de feligreses le cantaran “Las Mañanitas” a la Virgen, y una lluvia atípica impidió que se encendieran 15 mil veladoras e iluminaran el tapete monumental realizado por artesanos de Huamantla, Tlaxcala, el cual engalanaría los festejos guadalupanos.

El silencio fue lo único que acompañó a los arreglos florales y a la imagen de la Virgen plasmada en aserrín de distintos colores; no había millones de fieles tratando de ingresar al recinto religioso, faltó la algarabía de los danzantes que en honor de la Reina de las Américas ejecutan sus coreografías una y otra vez durante todo el 11 de diciembre.

Tampoco se vio a las caravanas haciendo fila para pasar frente a la imagen de su Patrona, ni los módulos de primeros auxilios saturados por atender a peregrinos con lesiones en sus pies o rodillas. El Templo Mariano no se llenó de casas de campaña ni en sus alrededores hubo gente regalando tortas, tacos, agua, café o atole.

“Está muy triste este año, creo que es lo más lejos que he llegado, porque en otras ocasiones apenas y logro entrar a la calzada de Guadalupe de tan lleno que está, ves gente por todos lados, desde los que regalan comida, pero bueno, pude dar gracias por todo lo bueno y me voy conforme”, dijo un creyente originario del Estado de México.

CERCADO

En contraste, los alrededores de la Basílica fueron cercados con vallas para impedir el paso a uno que otro peregrino que trató de llegar hasta la Villa.Una lluvia atípica impidió que se encendieran 15 mil veladoras e iluminaran el tapete realizado por artesanos de Tlaxcala.

Con información de El Universal

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