Internacional
Nicolas Sarkozy ingresa en prisión: el expresidente francés, primer jefe de Estado en cruzar las puertas de una cárcel

Nicolas Sarkozy hizo historia este martes al convertirse en el primer expresidente de Francia y de la Unión Europea en ser encarcelado, tras ingresar en el centro penitenciario de La Santé para cumplir una condena de cinco años por el caso de financiación ilegal de su campaña electoral de 2007 con dinero del régimen de Muamar Gadafi.
Minutos antes de las 10:00 horas, un vehículo negro, escoltado y seguido por una caravana de medios que transmitían en directo, llegó a la prisión parisina. Decenas de personas se congregaron a las puertas del recinto, donde se escucharon tanto muestras de apoyo —“¡Bienvenido Sarkozy!”— como comentarios irónicos dirigidos a su esposa, la cantante Carla Bruni.
El expresidente (2007-2012) había abandonado su domicilio en el distrito XVI poco antes, acompañado de Bruni, sus hijos y hermanos, mientras un grupo de simpatizantes entonaba La Marsellesa y lo despedía con aplausos.
Un mensaje de inocencia y resistencia
Poco antes de salir hacia la cárcel, Sarkozy publicó un mensaje en redes sociales en el que aseguró que no era “un expresidente de la República quien está siendo encarcelado esta mañana, sino un hombre inocente”. Aseguró que seguirá denunciando lo que calificó como un “escándalo judicial” y un “vía crucis” de más de una década, y afirmó: “La verdad triunfará”.
Sus abogados anunciaron que presentarán “muy rápidamente” una solicitud de libertad provisional, argumentando que “una noche en prisión es demasiado”. No obstante, reconocieron que el trámite podría demorarse entre tres semanas y un mes, por lo que, de obtener una respuesta favorable, Sarkozy podría pasar las Navidades en su casa.
Condena por “asociación de malhechores”
El pasado 25 de septiembre, la justicia francesa sentenció a Sarkozy a cinco años de prisión por haber integrado una “asociación de malhechores” y permitido que sus colaboradores más cercanos negociaran con el régimen libio fondos para su campaña presidencial de 2007, que lo llevó al Elíseo.
Mientras permanezca en La Santé, el exjefe de Estado tiene previsto escribir sobre “su experiencia” y “la injusticia de la que es víctima”, según adelantaron fuentes de su defensa. Su ingreso marca un punto de inflexismo en la historia política francesa, recordando que ni siquiera las más altas esferas del poder escapan al escrutinio de la ley.